Mostrar los tags: portátil

Durante los últimos dos años, he tenido más de un problema con el brillo de la pantalla de mi portátil, y siempre ha sido del mismo tipo: el brillo se reducía al mínimo y no podía ajustarlo de ninguna manera, ni a través de las opciones de Windows 10, ni tampoco con los atajos del teclado. Obvia decir que utilizar un portátil con el brillo configurado al mínimo no es nada recomendable, ya que la fatiga ocular se produce casi de forma instantánea.

La autonomía de un portátil profesional es uno de los aspectos más importantes para un usuario de negocios móvil que necesita su equipo informático como herramienta principal de trabajo en cualquier momento y no puede estar “atado” a unas redes de energía que no siempre tiene accesibles.

El sueño de obtener «autonomía para todo un día de trabajo» sin usar baterías adicionales se ha conseguido en las últimas generaciones de equipos informáticos gracias a la reducción de consumo de componentes como pantallas, procesadores de ultrabajo voltaje o el uso de SSDs para almacenamiento. También del software, de los nuevos estados de baja potencia o los valores predeterminados de ahorro de energía de los sistemas operativos modernos.

Por supuesto, el avance en autonomía es responsabilidad directa de las mejoras en capacidad y eficiencia de las baterías. Aunque son un componente fungible que tienen fecha de caducidad y con el tiempo y uso tendremos que sustituir, es posible alargar la vida útil de la batería con una serie de cuidados para maximizar su funcionamiento y retrasar la pérdida de la capacidad original.