Esta propuesta se ubicó físicamente delante de las dependencias de la SGAE y anunciaron que en el lugar estaba la prensa dando fe de tal acto. En ningún momento la policia se presentó para detenerlos. Si barjarse música fuera delito, la policía tendría que habernos detenido, dijó un integrante del grupo.
La Operación Teddy no dio lugar a duda sobre tal objetivo ya que disponían de computadoras portátiles y unos enormes carteles donde se explicaba explicitamente lo que en esos momentos estaban haciendo.
Así, una vez más, el debate está abierto y es algo que el mundo de la tecnología está discutiendo para resolver las diferentes posturas sobre la legalidad o ilegalidad del intercambio de archivos, fundamentalmente de música y películas.