El juez consideró entonces que Cohen se había hecho ilegítimamente con el dominio, causando un perjuicio económico al demandante. Kremen llegó a ofrecer 50.000 dólares a quien le diera alguna información sobre el paradero de Cohen. Los litigios abiertos por Kremen no acabaron ahí, ya que demandó a VerySign por haber vendido ilícitamente el dominio, que en justicia le pertenecía. En 2003 el Tribunal Supremo falló de nuevo en favor del empresario.
Kremen se felicita por haber encontrado finalmente un precio justo por el dominio de su propiedad. El interés de muchos internautas por los contenidos pornográficos en la red hace que la página genere cuantiosos ingresos. El dominio tiene la virtud de que muchos usuarios que naveguen por Internet y busquen este tipo de contenidos, teclearán de forma automática o institiva sex.com.
Por el momento no se conocen los detalles del acuerdo del empresario con la firma estadounidense, pero ésta ya ha declarado que piensa convertir el dominio "en el destino líder en el mercado de entretenimiento para adultos".
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