Según declaraciones en el portal Enterprise Linux, una usuaria llamada Laura Breeden compró una computadora portátil en la que se dispuso a instalar Linux. Según Best Buy, la computadora también estaba preparada para la ejecución de Linux. Cuando el teclado de su computadora dejó de funcionar, Laura contactó con el servicio técnico de Compaq, con la gran sorpresa de que la compañía le negó la ayuda solicitada argumentando que "sin Windows se pierde la garantía". Compaq le sugirió reinstalar de nuevo Windows como única solución para recibir soporte técnico.
En ningún momento Laura Breeden fue informada de que si no se trataba de Windows, no optaría al servicio técnico por parte de Compaq.