Todo esto empezó el pasado 1 de abril a raíz de la colisión entre un avión espía norteamericano y un caza chino, en donde las autoridades chinas retuvieron durante once días a la tripulación del caza estadounidense.
Esta peculiar guerra la iniciaron hackers norteamericanos que se lanzaron al asalto de sitios web chinos, dejando por donde pasaban, la inscripción “We will hate China forever and we will hack its sites” (Odiaremos para siempre China y hackearemos estas páginas).
La tensión se incrementó hasta el punto en que el FBI tubo que tomar medidas preventivas para proteger los servidores oficiales de EEUU.