La compañía ha anunciado que desea una solución a esta disputa con los reguladores de la UE que alegan que se ha aprovechado de su programa dominante en el mercado Windows para controlar las ventas de software a compañías y servicios de Internet.
Según estas fuentes, es improbable que la multa alcance el máximo que la comisión está autorizada a imponer, que alcanza el 10 por ciento de la facturación mundial de la compañía. "Es más probable que se acerque al 25 por ciento de la facturación europea", señaló una fuente, añadiendo que es improbable que la comisión quiera pisar los pies a los reguladores antitrust americanos.
Al aceptar una multa en un área donde su dominio está disminuyendo por la creciente popularidad del rival de Windows Linux, la compañía no estaría más en riesgo de repercusiones futuras, señalaron estas fuentes.