Combinado con sistemas de ventilación, es fundamental para la refrigeración en los componentes susceptibles de calentarse (microprocesadores,
tarjetas gráficas).
Los disipadores son conductos de cobre o aluminio en cuyo interior hay materiales en estado líquido que conducen el calor con mayor eficacia que el mero metal. El cobre conduce mejor que el aluminio y, a su vez, el diseño del disipador puede ser extremadamente sofisticado, con decenas de láminas metálicas dispuestas para que haya una mayor superficie en contacto con el aire.
El ventilador arroja aire tomado de las zonas más frías de la caja sobre los disipadores. Cuanta mayor sea la velocidad de giro y la presión de aire, mejor será la refrigeración, aunque se incrementa el nivel sonoro.
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